Investigadores de la Universidad de East Anglia, en Norfolk, Inglaterra, que estudiaron células y ratas, demostraron que un compuesto del brócoli bloqueaba una enzima destructiva considerada clave en los daños que se producen en el cartílago.
Los expertos afirmaron que el vegetal es muy rico en nutrientes y sustancias como la glucorafanina, que se transforma eventualmente en otra llamada sulforafano. Ésta repercute en la protección de las articulaciones afectadas por la enfermedad.
Los investigadores realizarán ensayos con seres humanos. Los voluntarios pasarán dos semanas sometidos a una dieta rica en una variante del brócoli llamada Beneforte, y que resulta de un cruce entre el brócoli común y una variedad salvaje de Italia.
Posteriormente pasarán por el quirófano para reparar sus rodillas.
Será entonces cuando los científicos observarán y analizarán el tejido cartilaginoso de la articulación para comprobar el efecto de la ingestión continua y abundante del vegetal.
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