La crisis egipcia se agravó de nuevo ayer con rivalidades entre partidarios y opositores al depuesto presidente Mohamed Morsi que participaron en marchas en todo el país, dejando un saldo de cinco heridos.
Detractores de Morsi se enfrentaron en la gobernación de Gharbeya, Delta del Nilo, a miembros de la Hermandad Musulmana (HM), que convocó protestas por el retorno del depuesto presidente a una jornada que llama “viernes de mártires”.
Las manifestaciones se reiniciaron después de cinco días en que la HM pareció tomarse una tregua, tras inesperadas movilizaciones de tropas y medios blindados la semana pasada para esperar a los marchantes en las plazas donde anunciaban las concentraciones.
Fuerzas combinadas del Ejército y la Policía sellaron ayer con vehículos blindados la plaza Tahrir y algunas de las principales vías de esta capital, en previsión de marchas favorables a Morsi, reseñó Prensa Latina.
Los militares colocaron barreras de alambres en calles principales que conducen a la mezquita Mustafa Mahmud, otro sitio escogido para las concentraciones.
Las fuerzas de seguridad tomaron alrededores del palacio presidencial de Itihadiya y del Ministerio de Defensa, mientras bloquearon las calles que se dirigen hacia el aeropuerto cairota.
Los simpatizantes de Morsi llamaron ayer a participar en grandes concentraciones contra el poder, previstas para después de la plegaria en unas 28 mezquitas.
El más significativo de esos actos de prevención del Gobierno ante los anuncios de movilizaciones de la HM se produjo el 16 de agosto cuando tropas con tanques y otros blindados se anticiparon a protestas en favor del líder derrocado convocadas para dos plazas cairotas.
Una coalición opositora, bajo el nombre de Alianza para la Defensa de la Legitimidad (ADL), encabezada por la HM y otros 30 grupos partidarios de Morsi, ordenó suspender ese día las protestas, pero aseguró que las continuaría después.
YVKE
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